viernes, 4 de septiembre de 2015

Helado de piña colada




Parece que el verano ya quiere abandonarnos, pero como nos resistimos y queremos estirarlo lo más que podamos, hoy hacemos una receta de esas que realmente saben a verano: el helado de piña colada. Como hemos estado haciendo todo el verano, nos resistimos a usar huevos en nuestros helados e intentamos evitar también la nata. Por eso utilizamos leche evaporada, que nos aporta una menor cantidad de materia grasa. La mayoría de recetas de helado de piña colada que se encuentran por ahí, llevan leche de coco o crema de coco, pero esta no. ¿Por qué? Por dos motivos: Primero porque no siempre la encontramos en todos los supermercados y segundo porque me encanta la textura que le aporta a este helado el coco rallado… ¡si hasta apetece morderlo! También podríamos utilizar coco fresco.


 En cuanto a la piña, podemos utilizarla fresca o en almíbar, es decir, que encontrar los ingredientes para hacer este helado no será un problema jamás, ya que es bastante flexible. Lo que, para mi gusto resulta imprescindible es que lleve ron. Por supuesto que si van a tomarlo los niños es mejor no ponerlo, pero es que el sabor no es igual y además, el ron, como cualquier otra bebida alcohólica evita que se formen cristales grandes al hacerse el helado, lo que permite que el resultado final sea más cremoso, así que… bueno, vosotros mismos, pero yo no se lo quitaría.
Ingredientes:
250 g de piña
30 g de coco rallado
1 chupito de ron
50 g de azúcar moreno
250 ml de leche evaporada
 

 Preparación:
Por una parte unimos la piña, que puede ser fresca o en almíbar (en cuyo caso la pondremos con el almíbar) junto con el coco, el azúcar y el chupito de ron y trituramos con una batidora de mano o en el robot. Por otra parte montamos con las varillas la leche evaporada (que tiene que estar muy fría) como si se tratase de nata. No llega a montar tanto como la nata, pero incorpora suficiente aire como para que podamos substituir con ella la nata, lo que disminuye el número de calorías que aportamos a nuestro helado. Unimos ambas preparaciones y ponemos la mezcla en la máquina de hacer helados. Si no tenemos máquina, la metemos en el congelador y la sacamos cada hora durante 4 horas para remover bien la mezcla y evitar que se formen cristales grandes, hasta que obtengamos la textura deseada. ¡Feliz final del verano!


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