martes, 11 de marzo de 2014

Cookies





La de hoy es una receta muy sencilla. Tanto, que me parece ideal para hacer con niños. Con muy poco esfuerzo y aunque no se tengan grandes dotes para la cocina, se consiguen unas galletas de excelente sabor. 






El único punto en el que hemos de ser cuidadosos es el que hace referencia al tiempo de horneado, ya que si nos despistamos y las dejamos en el horno más tiempo del que necesitan quedarán duras. A algunas personas les gustan las cookies duras, pero la mayoría preferimos no arriesgar la integridad de nuestras muelas más de lo que ya lo hacemos con el azúcar. Así que recomiendo sentarse a ver como se hornean, como quien se sienta a ver un partido de futbol por la televisión… en mi modesta opinión, ambas cosas son igual de aburridas, pero el horneado de las galletas tiene la ventaja de durar mucho menos tiempo… estoy segura de que en este punto no habrá mucha gente que opine lo mismo que yo, ¿no?, pero ¡allá vosotros con vuestras muelas!




Ingredientes:
300 g de harina
120 g de mantequilla
110 g de azúcar blanco
110 g de azúcar moreno
1 huevo
150 g de pepitas de chocolate
1 cuchara pequeña de impulsor
1 cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta





Preparación:
Batimos la mantequilla con los dos azúcares hasta que quede una mezcla cremosa. Puede hacerse tanto a mano como a máquina, depende de las ganas que tengáis de ejercitar vuestros brazos. Añadimos el huevo batido y luego la harina y el impulsor tamizados. Mezclamos bien. Por último agregamos el chocolate a trocitos. Muchas recetas incluyen en este punto unos 100 g de nueces picadas. A mi me gustan más sin las nueces y por eso las hago así, pero cada uno que le ponga lo que más le guste. Ahora toca dejar reposar la masa una hora en la nevera.






Una vez la masa está fría, encendemos el horno a 160º C y llamamos a los niños para que nos ensucien toda la cocina, o lo que es lo mismo, hacemos bolitas de masa con las manos, del tamaño de una pelota de golf.  Disponemos las bolitas en una bandeja sobre papel para hornear, dejando espacio entre ellas para que no se enganchen unas a otras cuando crezcan. No es necesario aplastar las bolitas para formar galletas planas, a medida que se cuezan se irán aplanando poco a poco.




Y ahora llega la parte crítica, el horneado, a 160º C unos 10 o 15 minutos, depende de cada horno. Como norma general recomiendo sacarlas del horno cuando creáis que aún les faltan unos minutos, ya que al enfriar toman cuerpo y se endurecen un poco. Salen unas 35 o 40 deliciosas galletas, que pueden conservarse varios días en una caja con cierre hermético… ¡a preparar el café!

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